El cambio tiene reversa

 Ayer frente a una panadería ví a una jóven parquear su carro, en cinco intentos. Quedó a un poquito menos de un metro frente al andén y entre dos carros. 

Me acordé de varias cosas de las que me arrepiento y que solo sucedieron la semana pasada. 

Una de ellas el cierre de una venta. Era solo acordar cómo enviarle la factura, pero hice una pregunta adicional. ¿Alcanzas a enviarme el material para pasado mañana? La duda dominó a la compradora y pensando en el trabajo que tenía que hacer, sus miedos y la posibilidad de fallar y ser juzgada por ello, cambió el panorama. 

Desvió la responsabilidad e inventó otra instancia - Voy a consultar. Y se refugió en su decisión de inactividad. 

Yo vi aplazada la venta. Pero ahora me arrepiento de esa frase que dije. 

Espero no volver a prender los temores de esos compradores indecisos. 


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