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Me sacaron corriendo

E ntré a un almacén de logo naranja con azul. Quería saber cuánto me va costar reponer el televisor que sacó la mano.  En cada una de las islas de tecnología me abordaron uno o dos vendedores: - buenas tardes, en qué le puedo servir- Gracias, solo estoy viendo. - tenemos descuentos hoy -Gracias solo estoy viendo.  Fueron seis o siete personas que me siguieron por todo el almacén.  Hasta que encontré la salida. Llamé a contar mi historia a alguien en otra parte del país, donde uno va a un almacén y los vendedores sin quitar su mirada del móvil le contestan: - Creo que en la otra góndola hay . Vaya y mire.  Ni tanto de un lado, ni tanto del otro lado. 

Si tiene una compártela

  Tengo un stand para la próxima semana. La reunión empresarial es una de las más importantes para el país. Será un espacio de dos por dos. Yo voy a llevar mi pendón y voy a trabajar.  Ahora me toca salir a hacer tarjetas. Las que tenía con los datos anteriores las rompí un día que intenté hacer liviana una mudanza.  A pesar de las páginas web y las redes sociales las tarjetas son una herramienta fundamental.  Si tiene una compártela  

Fácil - facilito

  El cerebro está diseñado para huir de las dificultades- Para retener energía del cuerpo. Para entretener la mente de su realidad, para explicarse el mundo sin mayores dificultades.    Es posiblemente esa la respuesta de los planes de negocios que presentan las personas que van a los programas para la reinserción laboral.    La mayoría. Creo que más de un 90 por ciento, presenta un plan para poner un puesto de venta de hamburguesas.    Puede ser un negocio sexi y rentable, se dice…    Hasta que empieza a cortar la cebolla.    ¿Qué puede salir mal, si todos pueden hacer hamburguesas?

Dulce cartera

  Viendo a Betty la Fea y hasta que la Plata nos separe, me acordé de un compañero de trabajo de mi mamá.    Era uno de los mensajeros, en la época que tenían la responsabilidad de recoger  cartera  y consignarla. Tenía el mejor récord de cheques los viernes.    La estrategía era simple, le llevaba mentas y dulces a las secretarías, cargaba una bolsa en el maletín.    Un  dulce  y una sonrisa siempre abren puertas y suman cheques. 

Recortes estadísticos

  En un viaje que hice, llegué a la otra ciudad el domingo por la tarde.  En uno de esos centros comerciales abandonados por la competencia de Netflix había una cafetería de cadena con cinco personas atendiendo a solo dos clientes.     Me acordé de un ejercicio de estadística para calcular la mano de obra que necesitaban los restaurantes de 24 horas. Como los Punto Rojo, que eran ideales para trasnochadores y serenateros de la Caracas.    Me acordé del profesor. Un mochilero que trabajaba en el Dane... Yo lo resolvería fácil, para los de la cafetería: mando dos pelaos para la casa y les digo que vengan el lunes a las siete.    Creo que los de Punto Rojo no hicieron el ejercicio de rotación de personal. No los volví a ver. La Cafetería todavía está ahí, pero ahora los domingos solo atiende un joven. 

El poder del silencio

  Hoy es 9 de abril, hay quienes dicen que el país pudo ser diferente. Pero el clasismo, incluso el racismo, aparentemente, frenó una esperanza popular.  La estrategia fue fácil: conseguir a alguien desesperado, darle algo de dinero, hacerle algunas promesas, incluso decirle que lo que va a hacer está bien. Al final se borra al autor y testigo que podría decir quien lo mandó.  Fin del comunicado. No deje de mirar nuestra página.  Y reserve su campaña.