Técnicas de administración para una heladería
En estos tiempos de frío prolongado, me imagino que la venta de helado ha disminuido en Bogotá. Anoche. En la heladería próspera del barrio nos encontramos con que el número de sabores había bajado de 24 a 12. la bolita del cono era un tanto más pequeña y el precio había aumentado un 10%. Donde antes había dos congeladores, ahora solo había uno y en su lugar tres mesas metálicas con sus respectivas sillas. El cariño fue el mismo, como siempre repetimos, pero algo se había perdido. La galleta del helado también era más corta. Antojos que le dan a uno.