El poder del perdón
No escribí temprano, porque después de ocho anuncios de visita y tres semanas llamando para que hicieran efectiva la garantía, por fin arreglaron esta mañana mi nevera.
El aparato que compré una tarde de afán, aburrido de tomar agua al clima en tierra caliente, ha sido testigo de varias guerras, pero sigue enfriando.
Bueno, para que no se le enfríen sus clientes, le recuerdo que ya estamos haciendo la siguiente edición de Gestión Solidaria: Esta semana tendremos varios programas y seguimos activos en redes sociales. Igual que al técnico de la nevera, toca llamar constantemente.
Cualquier cosa que se le ocurra, estamos a la orden.
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