La cagué
La cagué
20 feb, 2024 8:17
Recurro a tu solidaridad para que iniciemos una cadena de oración y así yo recupere mi fuerza de voluntad.
Te cuento los detalles, pero no me juzgues. La carne es débil.
Hace unos días invité a una amiga a hacer una entrevista en mi casa. No fue una cita romántica, fue solo de trabajo.
En la mitad de la charla la susodicha sacó un paquete de cigarrillos y sin ningún pudor le prendí uno. A los cinco minutos yo estaba prendiendo otro y así sucesivamente, fueron tres en línea para mi, cinco esa noche.
Al día siguiente, domingo, desayune como si fuera un francés en pleno Lacroix Pâtissier: pantalla (periódico), café Croissant, jamón, queso y dos cigarrillos.
Hacía un año no fumaba, antes había aguantado tres años sin tocar un cigarrillo.
Me acordé cuando trabajaba en un periódico de godos, donde el menú diario iba acompañado de tres paquetes, eso fue hace dos décadas. He dejado el cigarrillo varias veces.
En una de ellas fue porque el contador de turno me obligó a matricularme en un gimnasio frente a mi casa. Todas las mañana iba a un negocio cercano donde de frente me encontraba al instructor desayunando, me miraba desde su extensa calva y una sudadera que le había dejado hacía dos tallas. Me decía: “Ya pagó y no le devolvemos la plata si no va”.
Regresaba a mi casa y me ponía frente al computador a encontrar excusas para no ir a hacer fierros, mientras acompañaba el tinto con varios cigarrillos.
Entonces el contador me hizo la cuenta: -”Tanto de cigarrillos al día, es decir 350.000 pesos mensuales, al año 4.200.000. Con eso te compras una moto”. Al mes, los tres hermanos dueños del gimnasio señalaban a los nuevos diciéndoles - “Ven al gordito de la banda de correr, hace un mes no aguantaba ni quince minutos. Por mi culpa se matricularon varios incautos y los propietarios no me pagaron la asesoría de mercadeo”.
Ya han pasado tres días desde que mi amiga me visitó y me he fumado 12 cigarrillos. Hoy voy a dejar de fumar. Sólo éste último mientras te escribo esta petición. Te pido te sumes a la cadena de oración para que yo recupere mi fuerza de voluntad. Ahora los cigarrillos están carísimos.
Alfredo Alzate Escolar
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