Echar para atrás
Corregir el camino y revisar una decisión no es un acto de debilidad. Posiblemente los más fuertes son aquellos que tienen la capacidad de decir: no se que decir, no se que escoger, no se que hacer, me equivoque. ¿Estamos a tiempo de corregir el rumbo? Al final no tenemos que demostrar nada a nadie.